martes, 26 de octubre de 2010

las preguntas al ministro

La Corte Constitucional ampara derechos de una compañera permanente

Batalla jurídica por pensión compartida

Por: Redacción Judicial

Cuando un hombre convivió con una esposa y una compañera sentimental, ambas tienen derecho a recibir la pensión de sobrevivientes proporcional al tiempo de convivencia.

Veintiocho años de convivencia llevaba Jairo del Carmen Ramírez con María Francisca Arce cuando murió. Fue ella quien lo acompañó casi toda la vida, la que lo cuidó cuando enfermó y la que reclamó su cuerpo para enterrarlo en santa ceremonia. No fue ella, sin embargo, su única mujer. Jairo nunca se divorció de su esposa María Etelvina Chalaca, muy a pesar de que desde 1982 estaban separados. En 2001, Ramírez falleció y la primera en reclamar su pensión fue la mujer que no vio en las últimas dos décadas. Aunque durante años la justicia falló a su favor, argumentando que sólo a la esposa le correspondía la ayuda económica, la Corte Constitucional puso punto final a la controversia y ordenó que un tribunal de Cali tasara el tiempo que ellas convivieron con Ramírez y que así se dividiera la pensión.

Según se lee en la sentencia, la conclusión es que la Corte reitera “que la protección constitucional de la compañera o el compañero permanente ha sido progresiva” en Colombia. Al refrendar distintas tutelas o fallos en los que se reconocen avances sustanciales en el amparo que tienen las compañeras permanentes frente a esposas, el alto tribunal consideró que el porcentaje de dinero que debe destinarse a la una o a la otra es directamente proporcional al tiempo de convivencia. La Corte hace un recorrido por las distintas leyes, normas y sentencias que han permitido equiparar, en los últimos años, los derechos de mujeres que han convivido con hombres que están casados.

Tal era el despelote de reclamos de mujeres por la pensión de sobrevivientes, que la Corte Constitucional y el Consejo de Estado tuvieron que pronunciarse, pero además, el Congreso en 2008 reglamentó que hasta tanto la justicia no dirima a quién entregar el dinero, la pensión quedará suspendida. En este caso, la Corte consideró que por encima del rito católico estaba el derecho a la seguridad social, tanto de la cónyuge como de la compañera permanente. Por eso reversó un fallo de la Corte Suprema de Justicia al constatar que fue María Francisca Arce y no María Etelvina Chalaca quien acreditó la mayor parte de la convivencia con el pensionado del ISS Jairo del Carmen Ramírez, quien falleció en abril de 2001.

Desde entonces su compañera de toda la vida, María Francisca Arce, lleva batallando para que se le reconozca su derecho. Un juez de primera instancia consideró que para la fecha en que murió Ramírez, se encontraba vigente una ley que no preveía solución en casos de reclamos de las compañeras permanentes sobre las esposas por la pensión de su marido. No obstante, en los últimos 17 años, y así lo reconoció la Corte, se ha avanzado en el amparo de los derechos de las mujeres que, sin haber formalizado su unión a través de un rito católico o civil, han sido las compañeras de vida de hombres que nunca se separaron. Y, por ello, sus derechos y reclamos de pensión son válidos.

  • Redacción Judicial | EL ESPECTADOR

viernes, 30 de julio de 2010

El caso del palacio de justica

Primero se condena al bueno que al malo

El caso del palacio de justica

El movimiento guerrillero M19 fue quien físicamente se tomo el palacio de justicia por lo tanto es el único responsable de la tragedia y el magnicidio de los honorables miembros de la corte suprema de justicia.

Entonces como explicar a esta generación de colombianos que hoy la justicia condene primero a un oficial del ejército por esto, si fueron los miembros de la fuerza pública soldados y policías de la patria quienes a costa de su propia vida defendieron la libertad de se vio amenazada, estos hombres solo cumplieron el deber constitucional de restaurar las libertades las cuales fueron violentadas por terroristas que creyeron que esta era la forma de cambiar un país y una democracia.

Esos mismos terroristas hoy son honorables personalidades y se pasean riendo por la desgracia que embarga a nuestras instituciones legítimas, y felices de saber que cumplieron con el objetivo de acabar con una honorable corte que si bien hoy sigue funcionando ya no es tan honorable.

Estos siniestros personajes que algún día fueron militantes y dirigentes de este grupo terrorista se pasean inmunes gracias a un estado de derecho débil que no dimensiono el mal futuro y por eso estos personajes hoy son quienes acusan desde su fortín de inmunidad escoltados y escudados en sus quejas diarias en los medios de comunicación y declarándose victimas y perseguidos solo para ser protagonistas y poder enmascarar sus delitos por los cuales nunca pagaron.

Pero en un sistema judicial donde la imparcialidad no es precisamente el derrotero y los lineamientos a seguir eso es un caso menor, no es así cuando los acusados son miembros de la fuerza pública hombres y mujeres seleccionados de la sociedad con las mejores calidades humanas y no premisamente bandidos que presumen de idealistas, para estas personas la justicia es parcializada como si un delito de izquierda fuera diferente a uno de derecha.

No justifico ni estoy de acuerdo algunos hechos pero si estoy seguro que si el señor coronel plazas vega fue condenado por ser un superior jerárquico, porque Petro, navarro, vera grave y todos los superiores jerárquicos del M19 no son juzgados de la misma forma y si bien alegan no haber participado físicamente si esta probado que eran militantes y dirigentes del grupo terrorista y como tal tenían conocimiento de lo que este realizaría.

Entonces donde queda el sentido de justicia si solo aplica para un lado de la balanza, y por desgracia para una nación de mala memoria y poco sentido patrio que no comprende que sus mejores hijos, los militares y policías no son locos uniformados con ideas revolucionarias que quieren cambiar el mundo a punta de tiros, que estos hombres llevan 200 años garantizando las libertades de una nación, estos mismos hombres merecen que sean tratados al menos con la justicia que debe ser derecho de todos pero es doloroso ver como estos hombres son castigados con toda la severidad mientras los terroristas siguen siendo privilegiados y reconocidos como grandes personajes de la vida pública.

Entonces de que sirve que una excelente persona con principios y valores probados en todos los campos, que sacrifican juventud, familia, diversión y mil comodidades mas solo para que personas de todas las edades, raza color credo y demás, vivan y disfruten de una nación libre y que se recibe a cambio; en ocasiones insultos agravios discriminación cuestionamientos y mil atropellos sobre todo de personas que no tiene el valor de portar un uniforme de servir a una nación tan tolerante y garantista que le garantiza por igual a unos y otros sus derechos, pero que sus militares y policía deja desprotegidos.

Que pasaría hoy si se diera una nueva toma y los magistrados que hoy condenan a un miembro de la fuerza pública a un oficial de nuestro ejército, fuera liberado como corresponde, por un miembro de esta fuerza pública que hoy se siente maltratado por quienes seguramente mañana absolverían a los terroristas y condenarían a sus liberadores.

Hoy muchos están felices por la condena del señor coronel Plazas Vega y se olvidan que de no haber sucedido la toma una retoma no hubiera sido necesaria, por lo tanto los únicos responsables son los terroristas del M19.

Y quien juzga la justicia en Colombia.

Ni ellos mismos creen en el circo del sistema judicial colombiano estos magistrados se creen inmunes y dueños de la verdad, y las personas del común los de ruana miran sin poden hacer nada en manos de la omnipotencia de jueces amañados, que a un político le dan casa por cárcel pero si es un campesino acusado de un delito menor lo más probable es que se pudra en una cárcel, y ni se diga si es un militar o un policía el cual es tratado por nuestro sistema judicial como el peor delincuente.

Así es la justicia en nuestro hermoso país ( Viva Colombia)